Las palabras del Santo de la Espada resonaron en la atmósfera. A pesar de las pocas palabras que había dicho, éstas tenían el peso de una montaña.
Cualquier otra persona se habría quedado petrificada al escuchar lo que acababa de decir. Después de todo, sonaba muy duro. Acababa de acusar a Ye Fan de ser un traidor al país. Lo había enfrentado con toda China. ¿Cómo podría alguien cargar con semejante acusación?
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread