Después de todo, Shen Bi-Chen era un alcalde de condado. Estaba acostumbrado a ser tratado con respeto. Hasta sus colegas de mayor rango le hablaban con cortesía y nunca le harían oídos sordos como lo hacía este patán. Pero ahora, este simple vividor lo estaba ignorando, a él y a sus órdenes. Así que era natural que se pusiera furioso.
Ye Fan continuó ignorando a Shen Bi-Chen incluso después de que éste lo reprendió. Se quedó sentado tranquilo donde estaba, como si no lo hubiera oído en absoluto. Incluso tomó la tetera y se sirvió más té. Pero Qiu Mu-Cheng parecía un poco preocupada y quiso persuadirlo.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread