Las palabras de la Fuerza del Dragón Verde estallaron como bombas en medio de ellos, su solemne declaración hizo sonar los oídos de todos. Wu Yang casi se desmaya de pura ira; levantó un dedo tembloroso hacia Ye Yu-Yan y sus compañeros de equipo.
—Ustedes... cómo se atreven... ¡Soy el comandante en jefe de este campamento militar! ¡Soy yo quien debe dar las órdenes! ¿Cómo se atreven a desobedecerme y responderle a él? ¿No tienen miedo de ser despojados de su cargo militar y ser expulsados del ejército como este mocoso? —La voz de Wu Yang tembló con furia mientras gritaba a la Fuerza del Dragón Verde.
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