Sin embargo, ¿de verdad no era asunto de Huangniu? La respuesta a esa pregunta fue un rotundo no.
—Negri, cuando ese bastardo de la Secta Chu intente vengarse de ti más tarde, persigue a Huangniu. ¿Me oyes? —Ye Fan ya se había dado cuenta de la presencia del ternero y una mirada astuta apareció en su rostro.
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