—Espero que todos los presentes sean testigos. El Inigualable, Ye Fan, actuó como si estuviera por encima de la ley. Se ha descontrolado y piensa poco en nuestro país. Como Maestro de Sala del Castillo del Dios de la Guerra, yo, Santo de la Espada, revocaré su título de Supremo y lo expulsaré del mundo de las artes marciales de China. A partir de hoy, este hombre de aquí ya no tiene nada que ver con China.
Cada una de las palabras que salían de su boca eran frías, y dejaron a la multitud sin palabras. Incluso Chu Zhengliang y los de la Secta Chu se sorprendieron al escucharlo. Ninguno de ellos había esperado que el Santo de la Espada fuera tan audaz.
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