Ye Qingtian seguía negándose a creer en la historia de Ye Fan, ya que le parecía un tanto ridícula.
—Dios de la Guerra, sé que puede ser un poco difícil para ti creer esto, pero hay muchas cosas en este mundo que desconocemos. De todos modos, te he dicho todo lo que sé. Eres libre de tratar esta información como quieras, pero espero que pongas fin al Proyecto Puerta del Dragón de inmediato. Tú, yo y todos los artistas marciales de China debemos abstenernos de participar en él. Una vez atrapados en esa trampa, no podrán escapar de ella —dijo Ye Fan solemnemente.
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