—¿Qué tal, Chu Tianfan? ¿Has empezado a temblar de miedo? —se burló Chu Yuan—. Sé que estás asustado, pero no tienes de qué preocuparte. No dejaré que sigas temeroso mucho tiempo, ¡porque pronto morirás en mis manos! No sentirás nada cuando estés muerto.
Olas de energía ilimitada seguían surgiendo a través de Chu Yuan mientras permanecía de pie con el horizonte estrellado a sus espaldas y las nubes enfurecidas a sus pies.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread