Esa misma noche, el Rey de los Luchadores, Mo Gu-Cheng, decidió quién debía ir. Resolvió enviar a tres personas del Castillo del Dios de la Guerra para formar un equipo de condolencias que representara al círculo de artes marciales de China y al Castillo del Dios de la Guerra. Debían dirigirse a Jiangdong, la ciudad natal de Ye Fan, y ofrecer sus condolencias a la viuda de Ye Fan. El líder de ese equipo sería el hijo de Mo Gu-Cheng, Mo Wu-Ya.
Mo Gu-Cheng le contó a su hijo sobre ese asunto más tarde esa noche cuando llegó a casa.
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