—Xur He, ¿todavía crees que tienes el poder para hacerme caer de rodillas y suplicar tu misericordia? —Las manos de Ye Fan permanecieron dobladas detrás de su espalda mientras flotaba en el aire.
Un aura abrumadora de autoridad y poder emanaba de su persona e inundó los cielos, Las nubes rodaban y se agitaban detrás de él, Las aguas del lago hervían. Ye Fan estaba en el aire, desafiando las leyes de la gravedad. ¡Era un dios cuyo poder le permitía hacerlo!
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