—¡Eres un idiota arrogante! ¿Cómo te atreves a insultarme? ¿Cómo te atreves a decir que no soy apto y llamarme mierda? ¡Esta es la broma más grande del mundo! —El rostro de Mo Wu-Ya se puso lívido de furia, mientras se paraba frente al Santuario de la Espada.
Su voz retumbante cortó el aire como espadas, miró frío al joven que tenía delante y sus palabras enojadas seguían estallando en el aire.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread