—Maestro Mochizuki, vine a pedir un duelo por admiración hacia usted, ¿cómo puedo irme con las manos vacías después de esperar varios días? En cualquier caso, es inaceptable. ¿Qué tal diez movimientos? El duelo solo durará diez movimientos, entonces me iré y dejaré de molestarlo —dijo Mo Wu-Ya a Mochizuki Kawa, sin señales de rendirse.
Sin embargo, Mochizuki Kawa hizo oídos sordos a la solicitud.
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