Al final, Chu Wen-Fei y Qiu Mu-Ying decidieron dejar que su seguro resolviera el accidente. En cuanto al Maybach, Wang Li-Li lo llevó a reparar. Iba a pasar un tiempo antes de que pudiera salir a la carretera de nuevo.
—¡JAJA! Mu-Cheng, ¿has visto las caras de Qiu Mu-Ying y Chu Wen-Fei? ¡Sus caras estaban tan rojas como el hígado de un cerdo! ¡Apuesto a que nunca más se atreverán a presumir!
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