Qiu Mu-Cheng se preguntaba lo impresionante que sería si consiguiera que esos peces gordos apoyaran la ceremonia de apertura de Bienes Raíces Mufan. Así, Qiu Mu-Ying, su abuelo y los demás no tendrían nada que decir.
Una inexplicable sonrisa apareció en el rostro de Qiu Mu-Cheng mientras fantaseaba. Luego, tomó la iniciativa de repartir la invitación a todas las personas que conoció. Qiu Mu-Cheng se rebajó y trató a los veteranos del círculo empresarial con el máximo respeto cuando los invitó a la ceremonia de apertura de Bienes Raíces Mufan.
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