—¿Alcalde Han? ¿Qué pasa? ¿Llamaron de la oficina provincial para hablar de la reunión? Sabía que ese pueblerino estaba tratando de hacer una jugada rápida. ¿Cómo iba a convencer un desconocido marido vividor a los funcionarios de Jianghai para que cambiaran de opinión? ¡Es puro palabras! Alcalde Han, es usted demasiado amable y confiado, pero no se preocupe, ¡yo siempre estaré para hacerle entrar en razón! Puede decirme lo que sea. Como soy su asistente, es mi trabajo aconsejarle y alejarle de personajes incompetentes.
Meng Guang acababa de salir de la habitación con unos documentos, por lo que se perdió por completo la llamada de Han Dong-Min. Pero no importaba, ya que Meng Guang tenía una idea aproximada del motivo de la llamada. Sus colegas de la oficina provincial de seguro llamaron para apurar al alcalde Han sobre la preparación de la reunión.
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