Capítulo 54 El dragón abre sus ojos

Jianghai. Después de la partida de Sun Yu-Hao, Ye Fan no se apresuró en buscar a Qiu Mu-Cheng. En su lugar, se dio la vuelta y miró detrás de él. Los trabajadores sanitarios acababan de terminar de recoger la basura y se alejaban en su camión. Un hombre que llevaba un maletín gritaba en su teléfono y, debajo de una farola, un par de tortolitos se besaban frenéticamente. Mientras tanto, bajo los altísimos rascacielos, los vehículos seguían circulando por la carretera. La noche estaba tan tranquila como el agua estancada. Todo era normal, pero al mismo tiempo, no lo era. Frunció el ceño. Justo entonces, su teléfono sonó. La persona que llamó era Han.