—Es evidente que sus edificios fueron diseñados como fortalezas militares. Si no nos colamos ahora, ¡tendremos que lanzar un asalto completo más tarde sólo para entrar! —Magnus habló con absoluta claridad.
—Entiendo, señor Saavedra. Déjeme tomar la iniciativa e infiltrarme. Trabajaré con usted desde adentro para coordinar un ataque desde ambos extremos. —Zoraida se ofreció de inmediato con ardiente determinación.
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