Capítulo 1997 La tensión se desata

Soraya y Lluvia, junto con las demás mujeres presentes, nunca se habían enfrentado a una escena tan aterradora. Ambas temblaban sin control, aferrándose a sus padres en busca de protección, con el cuerpo atormentado por el miedo. Duilio y Jubal, aunque valientes por naturaleza, tenían la frente empapada de sudor frío ante aquella terrible situación. Las dos partes de la apuesta estaban a punto de revelar sus verdaderas intenciones. La vida y la muerte, en toda su finalidad, pendían de un hilo. Desde su posición ventajosa en lo alto de la Residencia Quirós, Giancarlo se deleitaba con el caos que se desarrollaba, con una presumida sensación de triunfo evidente en su rostro mientras Juana permanecía a su lado. Abajo, rodeando la vasta Residencia Quirós, se habían reunido no menos de mil personas.