Emmanuel esquivó el ataque. Valerio ya estaba familiarizado con este tipo de enfoque estratégico, permaneció tranquilo y sereno. Emmanuel le pateó la espalda y se sorprendió al ver su pie tragado entero por el enorme cuerpo de Valerio, desapareciendo sin dejar rastro, como una gota en el océano.
—Jeje, ese recién llegado pensaba que podía con Valerio, ¡pero está demasiado todavía le falta mucho! —Cráneoacero gritó de nuevo al ver la expresión de sorpresa de Emmanuel.
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