A pesar de lo apesadumbradas que se sentían, ninguna intentó persuadir a Macarena. Ana se lo tenía merecido después de todo lo que había hecho. Se había puesto del lado de los ajenos para ir en contra de su propia familia.
—¡Puaj! —Solano había sido rescatado. Aunque estaba un poco herido, no temía a la familia Fábrega. Volviéndose atrevido, amenazó—: ¡Sólo espera! Emmanuel te va a derrotar.
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