Capítulo 385 El disparo de Magnus

Magnus apuntó a Emmanuel con su arma. Como había practicado la puntería desde niño, nunca había fallado un tiro después de los diez años. Creyó que pronto presenciaría el espectáculo de Emmanuel cayendo bajo un chorro de sangre. Pero al momento siguiente, todo su cuerpo tembló y sus ojos se abrieron de par en par. Entonces, su expresión se volvió increíblemente compleja. Conmoción, miedo, angustia y confusión cruzaron su rostro y, por fin, ¡una furia desbordante! Gaspar, al verlo, también se detuvo y miró con incredulidad. En ese momento crítico, Claudia salió corriendo de repente con los brazos extendidos justo delante de Magnus mientras este disparaba a Emmanuel. El disparo de Magnus había atravesado el cuerpo de su amada. ¡Fue un golpe seco! Claudia, con lágrimas de sangre en los ojos, contempló el cielo estrellado. Con una sonrisa, se desplomó con rigidez en el suelo.