Mientras tanto, afuera de Quillenrose, en el centro comercial Alto Imperio, se había reunido una multitud de curiosos propietarios de tiendas, que habían dejado sus propios negocios desatendidos para chismorrear. Aunque no podían ver lo que ocurría adentro, eso no les impedía cuchichear entre ellos.
—Esta nueva tienda, no durará ni un día.
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