—¡Car*jo! —Al ver al abogado, Amanda se sintió como un ratón encontrándose con un gato e incluso consideró esconderse.
«Jacinto Castro es un abogado de renombre en la industria. Si representa a Ricardo en la corte, seguro ganará. Para entonces, ¡todos mis crímenes saldrán a la luz y toda la ciudad lo sabrá! ¿Qué debo hacer?».
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