El conductor se sobresaltó ante las acciones de Emmanuel y frenó de inmediato, preguntándose si aquel hombre se habría vuelto loco por la angustia emocional. Claudia también estaba un poco desconcertada. Emmanuel no tuvo tiempo de dar explicaciones, ya que estaba demasiado familiarizado con aquel tic tac y con el demonio que una vez había sido como un hermano para él. ¡Ese tipo solía ser el asesino de explosivos número uno de la Región Norte!
—¡Fuera!
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