—Muy bien, recítalo para mí —dijo Emmanuel, indiferente. —Roselyn comenzó a recitar el Tomo del Dragón, pero a la mitad, Emmanuel la detuvo—. Rose, no puedo recordar todo esto solo con escucharlo. ¿Qué tal si me lo escribes más tarde, cuando puedas?
—Claro —asintió Roselyn—. Manu, ¿qué opinas? ¿Crees que esta técnica es real?
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