Si examinaba sus rasgos faciales, podrían no ser perfectos, pero juntos creaban una armonía perfecta. Mirar su rostro era como presenciar a un ser celestial en un reino divino.
—Señor Martínez.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread