En aquel entonces, Lobo Negro era tan solo un equipo. Pero ahora, como un fuego ardiente, su influencia se había extendido por todas las Islas Noctámbulas.
—De acuerdo. ¡Me uno! —Albino estaba emocionado de manera inusual. Como hombre de palabra, era muy consciente de las consecuencias de su decisión.
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