—¡Vuelve! ¡Vuelve rápido!
En ese momento, la voz de Acua resonó desde la dirección de la puerta principal. Eran las ocho de la noche, y la gran puerta de piedra empezaba a cerrarse, puntual. Emmanuel se movió rápido y entró al edificio justo antes de que la puerta se cerrara. Sin embargo, Cráneoacero y el Avestruz no tenían esas habilidades y tuvieron que quedarse afuera, enfrentándose al frío viento esta noche.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread