—Jeje, Señorita Beatriz, ¿necesita con urgencia establecer una línea de producción de fábrica en Onza? ¡Podría ayudar con eso!
Beatriz, con los ojos brillantes de esperanza, se dio la vuelta rápido. Adán miró su rostro juvenil y su amplio pecho, con una sonrisa maliciosa en su rostro.
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