—En la boca de los miembros de alto rango de la organización Fuego Sagrado, hemos colocado varios tipos de drogas. Cuando sea necesario, podemos romperlas para usarlas en la autodestrucción o para enviar señales. Justo ahora, acabo de usar tu boca como cobertura. En realidad, rompí un pequeño saquito y Tamara vendrá a rescatarme cuando huela la fragancia.
Explicó la mujer de blanco, dejando a Emmanuel sudando frío. Por suerte, ella no usó un saco venenoso para suicidarse, o él también estaría en problemas.
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