—¡Ahhhh!
Renata y Tomás no conocían el plan de Emmanuel, pero de alguna manera le creyeron y saltaron al aire cuando lo escucharon decir; Salta. Emmanuel los empujó con la cintura y sintieron como si estuvieran equipados con propulsores, volando directo hacia la piscina.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread