Capítulo 333 Por favor, déjenme tratarlo
A medida que pasaba el tiempo, tanto Macarena como Claudia se mostraban inquietas, pues el tiempo era muy valioso para ellas; en especial para Macarena que llegó a salvar a Ricardo por Tomás, ¡pero nunca esperó perder tanto tiempo allí! Además, los dos renombrados doctores estuvieron consultando durante tanto tiempo, sólo para acabar negándose con la cabeza la uno a la otro.
—Señor Gómez, debería rendirse. ¡Ni siquiera usted será capaz de tratar a este paciente! —no pudo evitar persuadirles un ayudante situado detrás de ellos, de pronto todos asintieron al escuchar aquello, pues, aunque Juvenal y Salvador eran médicos de renombre, ¡no eran dioses!
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