Anastasia permaneció en silencio en su asiento.
—Creo que lo mejor sería que no le pidas ayuda al presidente Palomares, porque solo empeorarías las cosas; solo discúlpate con ese estudio y dales la compensación necesaria antes de que nuestra empresa sufra más perdida —instruyó la mujer.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread