Capítulo 913 ¿Es un simio? 

«Por cierto, ¿qué diablos está haciendo el señor Rogelio? Él nunca había mostrado interés en una mujer», pensaron Hugo y Joaquín, quienes estaban atónitos, pues resultó que no fue necesario que corrieran tanto camino para ayudar al ver que tan «romántica» era la situación. El par se miró entre sí y decidieron irse en silencio, pues la escena de ellos dos, mostrándose amor por la fuerza frente a ellos, dos hombres solteros, no era algo que estuvieran dispuestos a ver temprano por la mañana. La luz de la mañana proyectaba un halo sobre Ángela y Rogelio; por fin, la dejó ir, pero como ella seguía sintiéndose apenada, continuó enterrando su cara en el cuello de él. Fue solo hasta un rato después que ella levantó la cabeza, lo miró con ternura y sonrió; su cara atractiva también estaba un poco roja por la timidez, pero no logró evitar posar su mirada en los labios rojos y suaves, incluso quiso continuar donde se habían quedado. En verdad estaba sorprendido por su comportamiento de ese momento, ya que no podía controlar su deseo de besarla, su genio y moderación desaparecieron y nada más pudo enfocarse en la mujer llamativa que yacía en sus brazos.  ―Bájame ―exigió Ángela, por lo que a Rogelio no le quedó más opción que obedecer y justo cuando estaba por darle la mano, de inmediato la miró, dándose la vuelta y agachándose, en busca de algo.