Capítulo 2155 Responsabilidades inesperadas
Corina tenía sus propias opiniones, pero en aquel momento no podía decir nada. Observó un momento y vio que Irma comía con tanta naturalidad. Estaba completamente desenfrenada delante de Zacarías. Corina no pudo evitar preguntarse de dónde había sacado Irma el valor; ni siquiera ella podía permanecer tan tranquila. El mero hecho de estar al lado de alguien como Zacarías ya era intimidante, por no hablar de comer con él. Corina seguía sin atreverse a volver a por su teléfono, pues temía interrumpir la comida de Zacarías. Decidió que volvería a casa a por su otro teléfono.
Sarahí comió tranquilamente. Cuando Zacarías la miró, ella tomó tranquilamente un bocado de su comida. Incluso le recordó: —Este plato es un poco picante. Sr. Pedroza, ¿puede soportar la comida picante?
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread