Capítulo 456 No hay necesidad de agradecerme
―Ni siquiera lo piense, no canto en lo absoluto y soy aún peor bailando ―rechazó Anastasia moviendo las manos y con rapidez la sugerencia de Lorenzo, a lo que este suspiró y puso sus ojos en ella.
―Es verdad lo que la gente dice: un auto precioso es para una mujer preciosa. ¿No es muy hermosa para ser real, señorita Anastasia?
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