Capítulo 882 Una pesadilla
—Sí, nosotros ya estamos esperando la invitación para la boda de Rogelio. —Pero Rogelio no tenía la intención de explicarles a fondo a sus subordinados mientras que ellos seguían hablando; sin embargo, su mente no estaba concentrada en el trabajo en ese momento porque no dejaba repetir lo que acababa de ocurrir en el sofá y se preguntaba si ella siempre tomaba la iniciativa de coquetear con un hombre cada que llegaba a conocer a alguno. Su teléfono sonó en ese instante, así que lo tomó para ver de quién era el número y contestó tan pronto como lo vio.
—¡Hola!
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