Capítulo 756 Un amor extravagante 

Arturo llevó a Sofía a una tienda de vestidos para que fuera a recoger el suyo, ya que también fue invitada al evento. Él eligió uno personalmente y se lo dio a su dama para que se lo pudiera probar, sin esperar que le fuera a quedar a la perfección; era un vestido que destacaba mucho, gracias a sus perlas y diamantes y lucía como toda una princesa cuando combinó con su piel blanca. Pese a que no se había vestido de un modo tan formal ni haber usado tacones en un largo tiempo, su figura que se había moldeado a través de la danza todavía se mostraba mucho con el vestido; parecía una diosa con su clavícula y las líneas de sus hombros bien definidas, con su piel como la leche y su mirada clara. Arturo estaba hojeando una revista cuando la vio y ya no pudo despegar su mirada de ella. Por el otro lado, Sofía apretó sus labios con pena cuando se dio la vuelta porque no se atrevía a ver su mirada apasionante.  —¡Nos llevaremos este! —El dueño se acercó y sonrió para luego explicar: