Capítulo 808 Sin ningún derecho
Antes de que Arturo pudiera terminar de hablar, su teléfono sonó de nuevo. Sofía también volteó hacia el aparato por reflejo, aunque, en esta ocasión, él no lo contestó; rechazó la llamada después de lanzarle una mirada de reojo. Suspiró con pesadez, pero justo cuando iba a continuar hablando, un guardaespaldas entró al cuarto.
—Joven Bonilla, la señora Bonilla está al teléfono.
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