Capítulo 907 ¡Yo soy su novia!
―Es muy seguro aquí ―refutó Rogelio al instante.
―Capitán Lara, usted también debe ser justo conmigo. Le prometo que solo tomaré una ducha aquí y nada más; cuando termine, me regresaré a mi habitación ―suplicaba Adela, cuya voz sonaba bastante lamentable. Mientras tanto, Ángela, quien estaba sentada en el sofá, no podía soportarlo más y se levantó de forma abrupta para dirigirse a la puerta. Al inicio, Rogelio la había dejado medio abierta para que ella no pudiera ver que la otra estaba dentro; no obstante, ella emergió de manera inesperada al frente de la puerta.
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