Capítulo 467 Los matones de Alma 

―Entendido, presidente Palomares ―respondió Ray.  Anunciar al público que tenía una hija ilegítima después de todos esos años manteniendo un perfil bajo, no parecía ser algo que Luis haría; de repente, Elías se dio cuenta de que todo lo que sabía de Luis era de los años cuando su padre seguía vivo y lo llamaba su superior con respeto. Aparte de eso, Elías no sabía nada de lo que había hecho Luis en los últimos diez años; por otro lado, Anastasia acababa de tomar una ducha y se puso de pie frente a la ventana, la cual, por coincidencia, tenía una vista hacia el auto deportivo que estaba abajo. El auto blanco irradiaba una sensación de romance, mientras que las luces del chalé brillaban bajo el cielo de la noche; al mismo tiempo, en la residencia de los Torres, Franco se había dormido con profundidad después de haber estado un poco ebrio. Por otra parte, a Noemí, quien se sentó a su lado, le hubiera encantado poder estrangularlo hasta la muerte; la escalofriante intención homicida de sus ojos se había apoderado de los sentimientos que tenía por su marido.