Capítulo 863 Mira quién está de vuelta
A pesar de que Ángela llevaba solo un día en ese lugar, podía sentir lo genuinos y sinceros que eran todos, no como las personas despiadadas con intenciones ocultas de las que solía rodearse. Por ello, comenzó a enamorarse de ese ambiente relajado. Mientras comía, procedió a leer un libro, pero pronto sintió sueño en el proceso y terminó cubriéndose el rostro con el libro. Poco después, se quedó dormida sin darse cuenta.
A las 9:30 de la noche, Rogelio abrió la puerta y abrió la habitación pensando que Ángela ya debía haber regresado a su habitación, solo para encontrarla dormida en su sofá. Al notarla, no pudo evitar sentirse molesto, pues la encontraba problemática. Al siguiente segundo, se acercó a ella y le quitó el libro que cubría su rostro, dejando su belleza al descubierto bajo la luz. Su cabello largo detrás de su cabeza, su apariencia hermosa y su piel suave acentuaban su elegancia. Rogelio entrecerró los ojos al darse cuenta de que era la primera vez que observaba y admiraba su belleza tan cerca. Parecía que el rostro de Ángela era un retrato en exhibición para su goce personal. En ese momento, sus mejillas sonrojadas, sus pestañas gruesas, su puente nasal alto y sus labios rojos eran sus facciones más notables en su rostro.
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