Capítulo 867 Atraparé a ese pez
Ángela se dirigió a la habitación de Rogelio con su ropa en sus brazos. Se apresuró a abrir la ducha porque sentía mucho frío, pues el otoño había llegado. Rogelio empujó la puerta de su habitación y escuchó el sonido del agua que venía del baño. No tuvo que preguntar para adivinar quién estaba dentro, así que salió de la habitación y siguió en dirección a la sala de conferencias. Al terminar de ducharse, Ángela sintió que todo su cuerpo estaba caliente y solo se sentó en la habitación de Rogelio para leer un libro, como si su habitación fuera la suya. A mediodía, se dirigió al comedor y después de prepararse comida, se sentó en la mesa donde estaban Hugo y los demás. Rogelio también se sentó justo enfrente de ella.
—Señorita Ángela, escuché que esta mañana cayó al agua. ¿Qué sucedió? —preguntó Hugo con curiosidad.
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