Capítulo 381 No soy como ella
De esta manera, Mario no tuvo más remedio que regresar a la empresa con Anastasia, mientras, se preguntaba por qué la mujer no querría seguir esperando en ese mismo lugar, mínimo hasta que dejara de llover. Al tiempo, Anastasia miraba a través de la ventanilla del auto con temor, pues sabía que la carretera era muy poco visible en esos momentos y que ni siquiera los limpiaparabrisas eran tan efectivos ante la tormenta. Por eso, pensaba que a Elías le tomaría por lo menos 30 minutos llegar hasta la empresa de su padre, entonces, le envió un mensaje de texto que decía:
«Mantén la cabeza fría, está lloviendo muy fuerte y debes prestar mucha atención al conducir».
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