Sarahí se tensó de inmediato. Sólo entonces se dio cuenta de que el campo en el que pensaba y el que estaba experimentando eran completamente distintos. Había pensado que sería sencillo limitarse a montar guardia en la puerta todos los días. No sabía que tendría que acompañar a Zacarías para hablar de negocios.
—Entendido. —Asintió con calma mientras se resignaba a la situación.
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