Capítulo 2103 Dolor y separación
Silvia sacó una de sus camisas del armario, la abrazó y lloró desconsoladamente. Elías y Anastasia esperaron fuera en el salón durante mucho tiempo, pero su hija no salía. Eliza también quería estar con ella, pero Silvia se encerró en su habitación. Sentía tanto dolor que no podía controlarse. En esta misma habitación, todos los recuerdos que había compartido con Obed la rodeaban. Era como si pudiera darse la vuelta y verle sentado en el sofá, trabajando diligentemente, o pudiera cerrar los ojos y sentir su aliento a su lado; cuando abría los ojos, veía su profunda mirada clavada en ella.
Sin embargo, ahora sólo quedaba el aire frío, y esta sensación la estaba volviendo loca. Sus lágrimas fluían sin cesar y su corazón sangraba. La sensación de desesperación e impotencia la envolvía con fuerza.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread