Capítulo 1976 Enfrentándose a los maleantes

Mientras tanto, Silvia no tenía teléfono, así que tuvo que buscar formas de entretenerse. Estaba observando las flores y plantas del prado cuando el rugido de unas motos la interrumpió de repente. Sobresaltada, se levantó y miró, sólo para ver dos motocicletas que se dirigían hacia ella desde un pequeño callejón. Los cuatro hombres parecían, obviamente, alborotadores locales, y sus ojos se abrieron de par en par al ver a la chica del prado, que parecía una princesa. Sin embargo, no esperaban encontrar una gran furgoneta camper en una zona tan remota y a una hermosa chica con facciones orientales sentada en el prado exterior. Los cuatro intercambiaron miradas e inmediatamente surgieron en sus mentes pensamientos maliciosos. Supusieron que esas camionetas solían ser utilizadas por parejas que visitaban la zona, dándoles la oportunidad perfecta para divertirse con una hermosa mujer y huir con sus pertenencias. Sin embargo, Silvia percibió las malas intenciones de las miradas de aquellos hombres, por lo que se dirigió inmediatamente hacia la autocaravana. Mientras tanto, Obed también se había percatado de la presencia de los intrusos y le aconsejó: —Entra.