Capítulo 1969 Va a enfrentarse solo al peligro
—No es necesario. —El hombre se la cedió.
Silvia no tuvo más remedio que meterse en la cama, sólo para dar vueltas continuamente, costándole conciliar el sueño. Justo cuando estaba a punto de dormirse, la despertó una palmada en la mejilla. Sobresaltada, abrió los ojos y vio la gran mano de Obed tapándole la boca. Lo hizo mientras se llevaba el dedo a los labios, indicándole que guardara silencio. Inmediatamente, Silvia se dio cuenta de que algo iba mal. Parpadeó rápidamente y asintió con la cabeza para indicar que guardaría silencio; sólo entonces Obed soltó la mano que la sujetaba. Aguzó el oído y escuchó. Oyó vagamente lo que parecían coches en el exterior. Este es un lugar extremadamente discreto rodeado de basura. ¿A quién pertenecerían esos coches?
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