Capítulo 1819 ¿Quieres ir a casa?
—No estoy borracha, señor Cázares. Todavía tengo la cabeza despejada —respondió Julia. No creía estar borracha. Aparte de tambalearse, se sentía estupendamente.
Cuando Katrina escuchó las palabras de Aldaír, se levantó sin ganas. Sin embargo, en cuanto se dio cuenta de que podía ocupar el lugar de Julia y sentarse junto a Eduardo, volvió a sentirse feliz. Así, caminó hacia Julia y le dijo: —Vamos a descansar un poco, Julia. Vamos.
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