Eliza se sonrojó al oír sus palabras. Eres atractiva. No me atrevo a quedarme embobada mirándote.
—No quería decir eso —murmuró ella. Por la rápida mirada que acababa de echarle, se dio cuenta de que tenía un cuerpo fornido.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread