Capítulo 1183 Buenas noticias
Parpadeó, tratando de despejar la niebla en su mente. «Hoy se ve tan tractivo. Todos los peces gordos no dejaban de brindar por él y él los manejaba como si nada. Es tan inteligente y encantador». Ya era suyo, pero su corazón seguía latiendo por él. «Es tan sexy». —Cariño, estás muy atractivo esta noche. Te amo —le confesó ella gracias al licor que había bebido.
Reinaldo sonrió y se le formaron hoyuelos en las mejillas. La mampara del coche se levantó. Lo que ocurriera en el asiento trasero se quedaría en el asiento trasero, y no había necesidad de que el conductor lo escuchara. «Además, ahora está ebria. Si hace algo... inapropiado, será sólo para mis ojos».
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